Una de nuestras playas favoritas se encuentra en la costa noroeste de la isla, a una hora en coche, o en autobús público, que cuesta cuatro euros y tarda unas dos horas desde la estación de autobuses KTEL de la ciudad de Corfú.
Arillas es un lugar que tiene un poco de todo: un pequeño resort en un pueblo típico con animadas tiendas, cafés y restaurantes (volveremos más tarde), una playa de arena larga y segura, ideal para familias, con tumbonas y fácil acceso, parking gratuito, alquiler de barcos, y salvavidas. De un kilómetro de largo, es ideal para caminar y nadar en aguas cristalinas. Las espectaculares vistas de un pequeño islote deshabitado, Gravia y las islas Diapontias, son imprescindibles, especialmente durante la puesta de sol.
Demos un paseo y exploremos el área hacia el norte, donde encontraremos un lugar tranquilo protegido por cerros poco profundos cubiertos de vegetación. Desde los cerros se puede llegar a la orilla del mar siguiendo pequeños senderos, que nos llevarán a una zona de playa un tanto diferente. Esta parte de la costa fue descubierta por los pioneros del naturismo durante los años setenta, y hoy en día sigue siendo un lugar tranquilo y acogedor, donde los visitantes se sienten libres para tomar el sol en privado sin problemas, e incluso pueden disfrutar del secreto local: a orillas del mar las rocas de las colinas se convierten en arcilla, que muchos utilizan como cosmético natural, cubriendo todo el cuerpo con ella y, una vez seca, lavándola en el hermoso mar esmeralda. Incluso dicen que esta arcilla tiene algunas propiedades especiales, aunque por el momento solo podemos confirmar que, después del tratamiento, ¡la piel se siente suave como la de un bebé!
Como lo normal es pasar aquí el día entero, seguro que después de un rato os apetecerá comer algo. De entre todos los restaurantes disponibles, comida rápida, griegos y tabernas familiares, nosotros elegimos Ammos Beach Bar, donde pedimos una increíble hamburguesa vegana casera de remolacha con patatas fritas frescas para llevar, que devoramos en la zona naturista de la playa.
Yoga, masajes y terapias naturales son algunas de las actividades alternativas que puedes disfrutar allí durante tu estancia, en un ambiente que te brinda tranquilidad y bienestar.
En definitiva, podemos decir que visitar Arillas es una experiencia muy bonita que merece la pena, no solo para un día de playa sino también para unas vacaciones completas. ¡Esperamos vuestros comentarios!